El restaurante dirigido por la chef María Gómez y su marido, Adrián de Marcos (sumiller y responsable de sala), se confirma como una de las direcciones gastronómicas más relevantes del país con Soles Repsol y una estrella Michelin.
Ubicado en la histórica plaza donde antaño se situó la lonja de verduras de Cartagena, Magoga ofrece una cocina sensible, contemporánea y asentada en el recetario y la despensa locales, una colección de más de 300 referencias de vinos y el que probablemente sea uno de los mejores carros de quesos de España con cerca de 50 piezas nacionales y de importación.
Situado en la histórica ciudad portuaria de Cartagena, Magoga es el sueño de María Gómez y Adrián de Marcos, dos jóvenes hosteleros curtidos en algunos de los más importantes templos de la cocina contemporánea: ella de la mano de maestros e instituciones de la talla de Juan Mari Arzak, Ferran Adrià, el Basque Culinary Center y la Escuela AIALA de Karlos Arguiñano y él también en AIALA (donde se formó como Técnico de Gastronomía y conoció a María) y en prestigiosos comedores de Madrid y el norte de España, como Zuberoa. Cuando María y Adrián cruzaron sus caminos, enseguida lo tuvieron claro: querían formar un proyecto de vida en común y construir juntos su propio restaurante. Así Magoga abría sus puertas en 2014 como una modesta casa de comidas donde se servían pinchos, tapas y desayunos y, poco a poco, ha ido evolucionado hasta convertirse en lo que es hoy: uno de los máximos referentes gastronómicos en nuestro país, con dos Soles Repsol, una estrella Michelin y varios reconocimientos a título personal tanto a María, que fue finalista del Premio Cocinero Revelación de Madrid Fusión 2019, como a Adrián, que ostenta el Premio al Mejor Sumiller de Murcia 2018.